sábado, 17 de agosto de 2013

Fiesta, alcohol, ganas de pasarlo bien, amigos. Miras a lo lejos, un conocido, nunca has cruzado más de dos frases con el. Te diriges hacia él con una sonrisa de oreja a oreja, otro día te hubiera dado vergüenza, pero hoy no, hoy nada importa. Os saludáis, dos besos, pruebas de su cubata, él del tuyo, y empezáis a hablar, la música alta, os acercáis más para escucharos, y pasan los minutos, y las horas, y bailáis, os hacéis fotos. habláis, os abrazáis como si os conocierais de toda la vida. Hora de ir a casa, te acompaña hasta la puerta, te coge suavemente de la mano y te da un beso, caricias, y algún que otro beso en el cuello que sube la temperatura. Frenas, Te das la vuelta y entras en casa, sonriendo, con la mente en ese momento. Te tumbas en la cama y miras todas las fotos que te has hecho con él. Te duermes. Y finalmente sueñas con el...

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