- ¿Actuando cómo?
+ Como si quisieras que fuera tan infeliz como tú.
- Nunca desearía eso para ti. Yo quiero que seas feliz..
+ Entonces busca muy dentro de tu alma que se que la tienes en el fondo y dime si lo que sientes es real o es solo un capricho y un juego... Si es un juego, por favor te lo suplico, déjame ir...
- Es solo un juego... Lo siento. Odio perder, así que eres libre de irte.
+ Vale, agradezco tu sinceridad. Adiós.
(Pero él en realidad nunca quiso que se fuera lejos, era su razón de existir y el motivo por el cual se despierta cada mañana. Él la quería, pero la dejó marchar por amor; Demasiado era el sufrimiento que conllevaba estar juntos, demasiados obstáculos, demasiado orgullo... Su juego con las mujeres terminó cuando la conoció a ella y se enamoró como nunca antes lo había hecho.)