Otra noche borracha, odiándote en silencio. Este es el puto precio de quererte como lo hago, y después de cada trago me siento mucho más necia, sólo tu desprecio, merece mis halagos.
...
Anda que te follen no será con mi cariño, cómete una polla y deja ya mis entrañas, dando vueltas en mi cama, llorando como una niña, noto tus manos en mí, presiento cómo me arañas...Con el móvil en la mano esperando tu llamada, deseando una disculpa que sé que no escucharé, todas mis poesías están muertas y enterradas, que le follen al amor si realmente esto es querer.
Ya lo ves, te queda el suplicio, capullo. Ni llamando suplicando vas a conseguir que vuelva, y qué decirte que no sepas y que no sepan todos, qué decirte que no sepa tu familia de nosotros. Y me voy tranquila al keny, porque siempre he sido igual, porque nunca me escondí cuando las cosas iban mal...
No hay comentarios:
Publicar un comentario