Tarde gris, noche oscura… Se avecina la tormenta. Dolores se avecinan. Son dolores conocidos, que antes los había sentido.
El ciclo se repite, laberintos sin salida en los que me pierdo y en los que la esperanza se desvanece, donde la debilidad y la
soledad se hace visible, donde los sueños tan frágiles como el cristal que se rompen a pedacitos.
Tropiezos, caídas, obstáculos, el destino una vez más se burla a mis costa y
no hay más remedio que oponerse a él, correr contra el viento y luchar contra el tiempo.
Dulce comienzo y amargo final, dolores que se clavan, como si te clavaran agujas ardientes y afiladas en tu corazón..
No sé como lo hace, de veras.
No sé como hace para llevar nuevos dolores a nuevos extremos, es increíble.Así es como me siento yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario