Tú siempre me
preguntabas en qué momento había empezado a quererte. Empecé a quererte
exactamente cuando me llamaste para decir que me dejabas. De hecho fue en ese
preciso momento cuando olvidé el amor que sentía antes, me olvidé de la ternura
y del sexo, de tu lengua, me di cuenta de que lo que había sentido antes no era
más que el simple reflejo de lo que era el amor. Descubrí que no te había
querido nunca
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