Cuando tienes que
tomar una decisión y no tienes ni puta idea de qué elegir: seguir o poner punto
final. Cuando seguir es lo que puede que realmente quieras pero no estás segura
de poder. Cuando poner punto y final solo de pensarlo te pone un nudo en la
garganta. Cuando sabes que no te queda otra que decidir, te das cuenta de lo
jodida que estás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario